¿Ser o no ser? Ésa es la cuestión. Desde que el pasado 16 de junio Júzcar, un pequeño pueblo de la sierra de Ronda en Málaga, se convirtiera en la primera ciudad pitufa del mundo, sus habitantes han experimentando un cambio radical en su día a día del que parece no quieren desprenderse. Pero, ¿no les recuerda tanta pitufada a la genial película de Berlanga «Bienvenido Mister Marshall»?
La Sony Pictures se fijó en este pueblo de 250 habitantes para realizar la promoción mundial de la película Los Pitufos 3D y desde entonces los visitantes se han multiplicado. Un hecho que los paisanos advierten como un regalo y que los foráneos perciben como una pérdida en la entidad del propio municipio. Por esta razón, sus habitantes no dudaron un instante en pintar sus encaladas casas de azul pitufo y de convertirse ellos mismos en pitufos ataviados de blanco y azul. El pueblo teñido de azul tenía fecha de caducidad: septiembre de 2011. Ahora y tras el éxito generado los juzcareños celebrarán una asamblea para decidir si se acabó la pitufada o no.
Júzcar antes de pitufear
Antes de la gran pitufada, Júzcar era un pequeño pueblo blanco que se encontraba en la serranía de Ronda, habitado por unos 250 habitantes que vivían principalmente de la aceituna y las castañas. No era el mejor momento de un pueblo que debe sus orígenes a la época romana y que vivió un gran esplendor económico durante el siglo XVIII gracias a la instalación de la primera fábrica de hojalata de España. La fábrica tenía alrededor de 200 empleados, casi la misma cifra que los habitantes de Júzcar a día de hoy.
Júzcar después de pitufear
Después del 16 de junio de 2011, los juzcareños se colocaron las gafas de cristal azul y comenzaron a ver la vida y, quizás, el futuro con más esperanza. La esperanza que da el desahogo económico. No nos engañemos, el dinero ofrece la ventaja fundamental de contar con más oportunidades en la vida, y quizás pitufeando los habitantes de Júzcar lo consigan. ¿Conoceríamos este pueblo de no ser por los pitufos? ¿Sabríamos que una de sus joyas se encuentra en las más de 150 variedades de setas que hay en la localidad? ¿Ha llegado el Señor Marshall para quedarse?
Americanos os recibimos con alegría
Hablar de las posibilidades que les daría a los habitantes de Júzcar que el pueblo fuera pituso para siempre, o para una larga temporada, no tendría fin. Quizás, esta primera pitufada provoque que los juzcareños consigan aprovechar uno de sus mejores tesoros: las setas. Existen más de 150 variedades en la localidad y seguro que muchas de ellas pueden llegar a convertirse en un deleite para los paladares más excelsos.
Sea como sea, se siga en azul o en blanco, lo cierto es que se ha cumplido la famosa canción de «Bienvenido Mr. Marshall». Júzcar ha recibido con alegría a los americanos y han sido capaces de pintar sus casas o de disfrazarse «olé mi madre, olé mi suegra y olé mi tía». Aún tendremos que esperar algo más hasta saber qué deciden sus habitantes en asamblea ¿Qué será, será?
Desde luego siguen pensando en azul
Wow, that’s a really clever way of thinikng about it!
Thanks!!
No sé yo si Júzcar debería regresar a su aspecto anterior o no, pero de lo que no me cabe duda es de que este pueblo debería seguir ‘pensando en azul’, explotar una experiencia pitufa, que ha hecho a más de uno poderlo ubicar en el mapa no sólo de España sino del mundo. ¿Quién no se ha metido a buscar en el Google información o/y fotos de Júzcar a raíz de la película? Yo, la primera… 🙂
Ilusión y fantasía son tan necesarias en los tiempos que corren. No había pensado en eso, pero sí, sí…Estaría muy bien tener el pueblo de la ilusión
Yo seguiría siendo azul. Así, por lo menos, España tendría un pueblecito donde la fantasía y la ilusión estarían aún presentes.
P.D: Qué me gusta la palabra «pitufear» 😉