No, no estoy depresiva. Yo diría que todo lo contrario. Pero, me encanta que el mundo sea tan jodido. Lo hace más interesante, y te da más sorpresas.
Me han pasado tantas cosas, para algunos no serán tantas, para mí en sólo dos o tres semanas las cosas han cambiado. Soy un descerebrada en algunos temas, lo sé, pero…? ¡Qué demonios! Sí, al final me acaba saliendo el angelito que llevo dentro para decirme….nooooo, no, no. Eso no. Por su culpa, a veces y sólo a veces, he llegado a no hacer cosas que después siempre me ha dejado pensando…? ¿Por qué no lo hice? ? ¿Realmente iba a ser tan difícil? ¿Iba a causar dolor? ?Iba a molestar a alguien? Pero…si a mí no me molesta. ¿Por qué no? En fin, no quiero hablar hoy de mí.
El mundo está loco. Los hay que dicen que no piensan en estas cosas del corazón, y se acaban anunciando en busca de «nuevas aventuras?». Es que la vida ya por sí misma no ofrece aventuras? Hay gente que verdaderamente es dependiente de afecto, de cariño. Ese tipo de gente a la que le gusta gustar – que un poco nos gusta a todos-, pero por qué tanto empeño en negarlo?
La gente busca continuamente cariño, afecto. ¿qué es eso de sexo puro y duro? ?qué es eso de solo quería pasarlo bien? Y me refiero a gente en el término amplio de la palabra. No estoy con la típica diferenciación que se hace en estos casos entre hombres y mujeres. Somos iguales en todo. Aunque nos empeñemos en negarlo. Y todos….al final y por encima de muchas cosas buscamos eso….un brazo que nos cobije, un abrazo que nos protege, y un dulce beso en la frente.
Todos somos príncipes y princesas. Y aunque muchas veces nos empeñemos en negarlo, al final la realidad de lo que queremos siempre sale a flote. Queremos que nos quieran, que nos cuiden y que nos mimen.
No lo queremos a cualquier precio, o al menos no lo debemos querer a cualquier precio. Sin embargo, siempre, siempre, siempre lo deseamos…
Mientras…. el fucking world continua girando. Pero eso es otra historia