Federico Fellini ha pasado a la historia mundial por sus películas, pero la historia de este italiano tuvo que deambular mucho antes de llegar hasta ese punto del camino. Al final parece que cumplió su frase de «Nuestros sueños son nuestra única vida real»
Federico Fellini hizo que sus sueños se convirtieran en su vida real |
Seguro que, en estos últimos años dominados por la crisis, has escuchado más de dos veces cosas como: reinvéntate o pasa a la acción. La vida de Fellini es un ejemplo de esto que parece tan nuevo. Antes de llegar a ser un reconocido director de cine premiado con cuatro Oscar de Hollywood, Fellini comenzó a colaborar con periódicos y revistas en las que se publicaban sus dibujos. Desde aquí hasta llegar a Los Ángeles quedaba un largo camino, que se inició en Roma. Hasta allí llegó con la intención de convertirse en periodista y bajo el pretexto de estudiar derecho, pero nunca dejó de crear. Dibujos , guiones, trabajos en la radio y un largo etcétera de obras lo acabarían encaminando hacía la cinematografía y creando obras maestras como “Amancord”, “La Strada”, “Casanova” o la inolvidable “La Dolce Vita”.
¿Sospechaba Fellini el final de su camino?
Probablemente no. De hecho estoy segura de que no supo nunca si sus obras serían éxito o fracaso. Simplemente Fellini caminó y caminó y caminó haciendo realidad su propia frase “nuestros sueños son nuestra única vida real”.